Solo 5.77 por ciento de la inversión extranjera directa proviene de nuevas inversiones, su nivel más bajo desde 2014, revela análisis de Banco BASE.
«El bajo crecimiento de las nuevas inversiones en México es preocupante, ya que refleja una falta de aprovechamiento del nearshoring, algo que ha beneficiado a otras economías emergentes», reveló la Perspectiva Económica de México Enero 2025 de Banco BASE.
El hecho de que solo 5.77 por ciento de la Inversión Extranjera Directa (IED) provenga de nuevas inversiones –su nivel más bajo desde 2014– indica que el flujo de capital extranjero se está concentrando en la reinversión de utilidades de empresas ya establecidas, en lugar de atraer nuevas compañías que puedan generar empleo y fortalecer la competitividad del país, subrayó el análisis.
Evidenció que ante esta coyuntura es fundamental que el Gobierno de México genere las condiciones necesarias para atraer inversión, ya que de no hacerlo está perdiendo terreno frente a otras economías que sí están captando el interés de los inversionistas en el contexto del nearshoring—incluso Estados Unidos, con mano de obra mucho más costosa, pero infraestructura suficiente y estabilidad, se está posicionando como un destino más atractivo para la relocalización de empresas.

INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA EN MÉXICO
La IED es un factor clave para el desarrollo económico de México, ya que impulsa el crecimiento, genera empleo y moderniza sectores como el automotriz, manufacturero y tecnológico, en los que México busca ser más competitivo en el comercio internacional.
Asimismo, la llegada de capital extranjero también refleja confianza en la estabilidad macroeconómica del país; es por eso por lo que factores como seguridad y certeza jurídica son fundamentales para atraer inversión del extranjero, subrayó el reporte de Banco BASE.
Según cifras de la Secretaría de Economía, en los primeros 3 trimestres de 2024, México recibió 35 mil 738 millones de dólares en IED, un máximo histórico para este periodo y un crecimiento del 8.54 por ciento respecto a 2023. Sin embargo, al comparar con cifras revisadas, el aumento fue de solo 1.45 por ciento, el más bajo desde 2020.
El 86.03 por ciento de la IED provino de reinversión de utilidades, con un crecimiento del 14.02 por ciento, mientras que las nuevas inversiones solo representaron 5.77 por ciento, su nivel más bajo desde 2014, con una caída del 45.61 por ciento. El análisis de Banco BASE precisó que esto es muy probablemente un reflejo de los obstáculos que presentan los factores de la incertidumbre política, la falta de infraestructura adecuada en servicios básicos como electricidad y agua, y la pérdida de calidad institucional y confianza sobre la economía mexicana.

